1)
Cerrar
un nuevo capítulo de la Novela de la Vida.
La vida, tal
como los libros, son fuentes de experiencia y sabiduría. ES por ello que,
imginariamente, asociamos la vida a una novela. Un capítulo sin finalizar para
pasar al otro, nos dejará, a la larga, espacios en blanco, resoluciones
inconclusas y preguntas irresueltas que nos harán caer en la incomprensión de
los desarrollos futuros. Es por ello que debemos ritualizar, en calma y soledad,
la finalización del año. Para ello debemos buscar un espacio de la casilla
donde poder meditar en paz. Recomiendo que no sea la letrina, ya que es fuente
de malas energías. Dìgale a su marido, a sus ocho hijos, a sus tres nietos,
yerno, padres y suegros si pueden llevar sus colchones a otro ambiente, o bien,
si pueden ir a realizar algunas actividades didácticas y ocupe merecidamente su
espacio. Otro tip: largue al matungo de la reja y hágalo de madrugada en el
carro de su marido
2)
La
importancia del Cofre de Deseos
Es muy
importante contar un cofre de deseos para explicitar nuestros sueños a cumplir
en el 2015. Para empezar, el cofre no debe ser de cartón, bronce, metal o
vidrio, ya que puede ser presa fácil de los recicladores urbanos que pululan en
su vecindario. Madera está bien. Píntelo de amarillo, que es el color de la
abundancia, la confianza y el optimismo. Si no cuenta con pintura amarilla,
acérquese al Comedor Los Piletones y Margarita Barrientos generosamente le va a
ofrecer. Ella es un ejemplo de cómo ha progresado gracias al color amarillo.
Finalmente, escriba sus deseos para el año próximo, léalos previamente en voz
alta y guárdelos en el Cofre. Al final de cada año, deberá abrirlos, ver cuales
se cumplieron y prenderlos fuego, de ser posible en algún lugar no inflamable.
Recuerde SIEMPRE que el que sueña pequeñeces tiene una vida pequeña, como pasa
con la mayorìa de sus mediocres vecinos, y el que sueña en grande, como Steve
Jobs, Madonna o el Sri Sri Ravi Shankar, han sido seres exitosos e
irrepetibles.
3)
Elimine
cosas viejas!
El año no va
a ser próspero si usted se encuentra anclada a objetos del pésimo año anterior.
Tampoco sirve recibir bienes de terceros que generosamente le han regalado
siguiendo este mismo precepto, ya que uno desconoce si las personas que
utilizaron estos objetos cargaban una energía astral positiva o negativa. Por
eso, deshágase de ese brasero viejo, total faltan seis meses para el invierno o
de esa blusa Dior que por casualidad recibió en el bolsón de la Parroquia. Son
potenciales fuentes de desestabilización.
4)
El
valor de los colores.
Si a ud siempre
le dicen que forma parte de la negrada y que su vida es gris, tome el toro por
las astas e imprima un shock cromático a su vida. Recuerde que el amarillo es
el color de la abundancia y la confianza, como dijimos antes. El sol es la
representación astral más importante y fuente de vida. Desde chicos, casi
inconscientemente, dibujamos el sol de color amarillo. Por eso, para nadar en
la abundancia no hay como buscar un lugar donde la vivienda quede expuesta al
sol la mayor cantidad de tiempo. Si usted siente calor, es porque, seguramente,
en breve la prosperidad la está alcanzando. El naranja es el color de la
energía, por lo que si toma mate cocido regularmente, no olvide ponerle unas cáscaras
de naranja, y con el paso de los días notará la diferencia. El rojo activa la
alegría, por lo que ya hay una evidente motivación positiva para no tapar el
manchón de sangre seca en la pared de su vivienda fruto del tiroteo de la
semana pasada. Y el azul es el color de la calma y la tranquilidad, por lo que
ese agujero en el techo seguramente se volverá apenas una anécdota graciosa en
las noches de tormenta sabiendo esto, lo inconmensurable de una noche
estrellada sin duda compensa alguna que otra incomodidad.
5)
La
experiencia sensorial de los perfumes
Somos seres
sensoriales desde la infinidad de los tiempos. El mundo moderno nos ha
transformado en màquinas racionales y los medios de comunicación nos han
convertido de “homo sapiens” en “homo videns”, endiosando a la vista, el oído y
el tacto. La necesidad de nutrirnos no permite relegar al gusto. El olfato se
ha convertido en el pariente pobre del resto de los sentidos, de manera absurda
e injusta.
Recuerde
iniciar el año, y en la medida de lo posible, continuarlo durante el resto de
los meses, que el perfumar los ambientes nos brinda armonía y serenidad. Por
eso, no deje de utilizar aromas como el jazmín para la armonía o la lavanda,
tan relajante y sedativa. En la medida de lo posible complemente dejando de
cocinar esos guisos espesos que encima estira para que duren 3 o 4 días,
solicitando más seguido el camión atmosférico o mudándose de la vera del
Riachuelo.
6)
Cerrar
el año relajados para iniciar el año con bienestar
Retomando el
cierre de los capítulos que expresábamos al comienzo, si uno termina el 2014 a
los ponchazos, apremiado por problemas que en el fondo son vanales, es como leer
los últimos párrafos a las apuradas, sin análisis ni comprensión. Así
iniciaremos el nuevo capìtulo de la novela de nuestras vidas repletos de vacío.
Recuerde que cuerpo y alma atienden dos universos distintos y saber diferenciar
lo que afecta a uno de otro es interpretar gran parte del sentido de la vida.
Por eso, no entremezclemos la pequeñez de lo material con el espíritu y
cerremos con un momento de relax y elevación. Recuerde que el ayuno ha sido
siempre uno d elos métodos más importantes de superación espiritual, por lo que
uds. Y su familia hace rato que van por el buen camino. Enjoy!
7)
El
contrapiso, interferencia de onda vibratoria.
Recuerde que
las piedras y la tierra son el elemento de los recursos. Y donde hay recursos hay posibilidad de
concretar sueños y proyectos- Y los sueños y proyectos son los que pusimos en
el cofre. Por eso, evite con uñas y dientes la idea de su marido de invertir
esos pesos de una changuita en un contrapiso de cemento. La ilusión del
progreso, como una onda de interferencia, borronearà le contacto directo con
las vibraciones positivas de la tierra. Pese a las discusiones, cuando llegue
el 2016, sin dudas su marido se lo agradecerá.
